Se trasladó a Madrid a los 14 años junto con su tío Juan de Iriarte. Estudió bajo su dirección las lenguas griega y francesa y siendo ya conocedor del latín y estudioso de la literatura castellana, succedió a su tío en su puesto de oficial traductor de la primera Secretaría de Estado, tras la muerte de éste, en 1771. A partir de ese año hasta 1774 fueron, para Iriarte, los más fatigosos de su vida, pues además de las tareas de su empleo, el arreglo de la biblioteca y papeles de su tío, la traducción o composición de los numerosos dramas que escribió, la traducción de aquellos apéndices y otras obritas (la mayor parte poéticas) que escribía por gusto propio, como fue un poemita latino y castellano que imprimió con ocasión del nacimiento del infante don Carlos III, en 1777, cuidó de las tres ediciones de la Gramática de su tío, que reconoció muy atentamente y de la recopilación y publicación de los dos tomos de obras sueltas de aquel literato, traduciendo muchos de los epigramas que allí se insertan, alguno de los poemas latinos y otros
El burro flautista
El caballerito
El escarabajo
El galán y la dama
El gato, el lagarto y el grillo
El ricote erudit
El té y la salvia
La ardilla y el caballo
¡Bien!, Néstor. Esto ya va tomando forma
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